Padilla, es una mujer inteligente,inconformista que tiene la intención de reformar la nobleza a través de sus escritos. Básicamente lo que pretende cambiar de la nobleza es su actitud, el ámbito moral. De esta manera, se olvida del aspecto político y económico referente a la nobleza del siglo XVII.
En su obra, por ejemplo, habla de la función de los señores y la relación que deben mantener con los hombres de sus señoríos, criados y trabajadores suyos. También da consejos fundamentalmente orientados a los comportamientos cotidianos, al trato con sus padres y mujeres, y, en su relación con Dios.
La identidad nobiliaria se formaba a través de conceptos como linaje, milicia, piedad, etc. Es en torno a estos valores donde se centran las críticas más contundentes de la Condesa de Aranda. Frente a las crónicas nobiliarias familiares o a los textos como Claros varones de Hernando del Pulgar, en los que se describe a los nobles llenos de virtudes, y donde se establecen modelos biográficos que se van a repetir en toda la historiografía posterior, Luisa de Padilla escribe relatos poco favorecedores para la nobleza. Escritos que emborronan el idílico paisaje pintado por esa literatura estamental.
Torremocha Hernandez M.: “Lagrimas de la Nobleza o Lagrimas por la Nobleza” GEA Gran Enciclopedia de Aragón.
Egido A.: “La Nobleza virtuosa de la Condesa de Aranda, doña Luisa de Padilla, amiga de Gracián”. Universidad de Zaragoza.